La digitalización de la vida hace que buena parte de lo que hacemos quede registrado informáticamente. Así surge la minería de datos, la posibilidad de explorar los hábitos de las personas con vistas a predecir algunos de sus comportamientos y obtener algún beneficio de ese conocimiento. El comercio, el empleo, la medicina, los procesos electorales o la lucha contra el terrorismo son algunos de los ámbitos de mayor interés para el desarrollo de la minería de datos. Sin embargo, todo ese conocimiento sobre nuestros patrones de conducta también abre interrogantes sobre los límites de la privacidad de las personas.
Dos hackers que trabajan para empresas de seguridad informática repasan diversos aspectos de su afición y su trabajo. La valoración ética del activismo hacker, su papel como profesionales de las empresas de seguridad informática y los problemas de seguridad de los sistemas operativos son los temas sobre los que reflexionan en esta entrevista.