|
Conocer el genoma de nuestra especie fue un desafío logrado al comenzar el siglo XXI. Hoy se ha avanzado mucho más y el conocimiento de nuestros genes está llegando a la escala de los individuos, abriendo el camino hacia las terapias personalizadas. Sin embargo, las patentes de las secuencias genéticas pueden ser un obstáculo para su desarrollo. ¿Pueden los genes generar derechos de propiedad? ¿Es patentable algo que no es artificial? Los genes aislados fuera del organismo y de los que se conoce su función son patentables. Ello favorece la innovación porque incentiva a las empresas a encontrar nuevas aplicaciones útiles para la medicina, pero también puede constituir un problema al privatizar los derechos derivados del avance del conocimiento. |
|